Cuando una empresa contrata a un diseñador gráfico para que elabore su logotipo, lo hace con la firme idea de que el resultado final representará la imagen corporativa y los servicios o productos que ofrece a los clientes. Sin embargo, el resultado no siempre es lo que se esperaba.
A-Style
Locum
Comisión Juvenil Arquidiocesana de la Iglesia Católica